Las primeras arrugas aparecen alrededor de los 30 años y tienen el aspecto de finos surcos en la piel. Las zonas de la cara donde empiezan a aparecer son alrededor de la boca, los ojos y la frente, las famosas arrugas del entrecejo. De hecho, son las zonas más móviles de nuestro rostro, las que más movemos con todas nuestras expresiones faciales y las que hacen que nuestro rostro sea expresivo y esté vivo.
En este artículo lo veremos:
Con el tiempo, se vuelven más gruesas, profundas y visibles.
La flacidez de los tejidos no sólo afecta a nuestro rostro: la piel del cuerpo también se vuelve menos firme y tirante con el paso del tiempo. La cara, sin embargo, es la zona más expuesta de nuestro cuerpo, es nuestra tarjeta de visita, y mantenerla cuidada y tersa es una preocupación que atenaza a muchos, tanto hombres como mujeres.
Las arrugas son sin duda una de las imperfecciones más democráticas que existen: afectan a todo el mundo, independientemente del sexo y la etnia. El primer paso es, sin duda, aceptarlas. Pero aún podemos hacer mucho para que nuestra piel esté bonita, nutrida e hidratada.
Para entender cuál es la mejor forma de tratar la piel madura, es necesario empezar por el principio: ¿se ha preguntado alguna vez por qué aparecen las arrugas?
Para algunos, las arrugas son simplemente un signo de experiencia y, por tanto, un símbolo de sabiduría del que todos deberíamos sentirnos orgullosos.
En realidad, una arruga es un cambio estructural de la piel que se traduce en un signo visible: el surco. Las fibras de colágeno de la piel se deterioran con el paso de los años, lo que provoca su ruptura y, en consecuencia, una pérdida de elasticidad.
Para entender mejor cómo "funciona" una arruga, es necesario profundizar en la estructura de la piel y las tres capas que la componen.
La epidermis es la capa más externa de la piel y constituye una verdadera barrera que tiene la función de proteger las capas subyacentes de los agentes externos. Otra tarea que realiza la epidermis es ayudar a mantener la hidratación en su interior.
Cada cuatro semanas se produce una renovación completa de la epidermis, ya que las células que la componen tienen una vida limitada y, cuando mueren, son sustituidas por las células subyacentes que se producen en la dermis.
La dermis es la capa intermedia de la piel. Se trata de una densa red de colágeno y fibras elásticas que con el paso del tiempo se vuelve más fina y se rompe en algunos puntos, provocando una flacidez que afecta a la superficie, la epidermis.
Los causantes de esta reacción en cadena son los fibroblastos, células encargadas de producir dos proteínas indispensables para mantener la elasticidad de la piel: la elastina y el colágeno. Cuando comienza el proceso de envejecimiento de la piel, disminuye el número de fibroblastos y, en consecuencia, también se ralentiza la producción de elastina y colágeno, que se hace cada vez más importante con el paso de los años.
Por último, la hipodermis es la capa inferior de nuestra piel y está compuesta en gran parte por tejido conjuntivo y tejido adiposo. La renovación continua de las células grasas garantiza que la piel mantenga su volumen. La ralentización de su producción provoca el agotamiento de ciertas zonas del rostro y, en consecuencia, la formación de arrugas.
Una de las causas de la formación de arrugas es, por tanto, el inicio del proceso de envejecimiento cutáneo, pero no es el único factor que determina su aparición.
¿Pueden aparecer arrugas incluso antes de los 30 años? Sí. La edad no es la única causa de los cambios que se producen en nuestra piel y que provocan la aparición de arrugas. Veamos todas las causas.
A veces, la aparición prematura de arrugas es sólo un factor genético: no hay que pasar por alto el componente hereditario. En este sentido, observar el rostro de nuestros padres puede decirnos mucho sobre cómo será el nuestro en el futuro.
En cualquier caso, nuestros hábitos influyen más en la aparición de arrugas y flacidez de la piel que lo que está escrito en nuestro ADN. Los párrafos siguientes lo demuestran.
Seguro que ha oído hablar de las arrugas del entrecejo, que aparecen precisamente para enfatizar las expresiones que hacemos con más frecuencia. Este tipo de arrugas afecta sobre todo a las personas con una expresión facial más acentuada. No están necesariamente relacionadas con la edad de la piel y pueden aparecer a partir de los veinte años. Al principio, sólo se notan cuando adoptamos una determinada expresión -por ejemplo, cuando sonreímos- y luego, con el paso de los años, se vuelven estáticas, más pronunciadas y pueden verse incluso cuando nuestro rostro está en reposo.
Entre las arrugas del entrecejo más conocidas tenemos la llamada "arruga del pensador" o arruga gabelar que se encuentra en la raíz de la nariz, típica de las personas que fruncen a menudo el entrecejo cuando se concentran. Las temidas patas de gallo también se deben a las expresiones faciales que hacemos, sobre todo cuando entrecerramos los ojos o sonreímos.
Hubo un tiempo en que el único remedio para las arrugas del entrecejo era evitar sonreír o fruncir el ceño con demasiada frecuencia. Afortunadamente, hoy disponemos de muchas soluciones diferentes para retrasar la formación de arrugas o minimizar las que ya han aparecido ¡sin mermar nuestra espontaneidad!
Otro factor que contribuye a la formación de arrugas es el sol, o mejor dicho, los daños causados por los rayos solares. La acción de los rayos ultravioleta sobre la piel provoca a largo plazo la rotura de las fibras de colágeno y elastina, afectando, como hemos visto, a la elasticidad de la piel.
Por eso se recomienda a todas las edades el uso de protectores solares eficaces contra los rayos UVA y UVB. Y no olvides extender la cantidad adecuada de protector solar también en cuello y escote.
Fumar también está estrechamente relacionado con las arrugas. Su aparición en el rostro de los fumadores se debe en parte al movimiento repetitivo de los músculos faciales cada vez que se llevan un cigarrillo a los labios. Las primeras arrugas que aparecen en los fumadores son las que rodean los labios y, por lo general, un lado de la cara tiene arrugas más pronunciadas: esto se debe al hecho de que los fumadores inhalan utilizando una comisura de los labios con preferencia a la otra.
Por otra parte, la nicotina hace que los vasos sanguíneos de la dermis se contraigan permanentemente, impidiendo así que la piel acceda a la nutrición adecuada. Y las arrugas no son la única imperfección de la que tiene que preocuparse un fumador: fumar hace que la piel parezca más apagada y amarillenta, de nuevo debido a la nicotina que se deposita en la dermis.
¿Y el alcohol? Tampoco ayuda a prevenir las arrugas. De hecho, algunos tipos de alcohol, incluidos los cócteles, contienen mucho azúcar, que es indirectamente responsable de alterar la estructura del colágeno y la elastina. Así pues, el consumo demasiado frecuente de alcohol no sólo tiene efectos negativos en todo nuestro organismo, sino que también provoca arrugas.
Otro daño causado por el alcohol es la disminución del nivel de vitamina A, un potente antioxidante. Además, la piel se ve más apagada y puede adquirir tonos amarillentos o grisáceos, algo no precisamente ideal si queremos dar la idea de una piel sana y bonita a cualquier edad.
Sí, el estrés también puede contribuir a la formación prematura de arrugas. ¿Cómo? Cuando estamos bajo presión, nuestro cuerpo tiende a desviar el flujo sanguíneo hacia los músculos en detrimento de los órganos periféricos, entre los que se encuentra la piel. Incluso manchas como la rosácea y el eczema pueden estar causadas por el estrés y ¡cómo no mencionar nuestros queridos granos!
Por último, al hablar de arrugas, no se puede dejar de mencionar a los radicales libres. Se trata de productos de desecho que se forman en el interior de las células y pueden producir el llamado estrés oxidativo que daña los fibroblastos e impide que realicen su valiosa tarea. Una buena forma de equilibrar la producción de radicales libres es adoptar una dieta que contenga alimentos antioxidantes, como frutas y verduras, o tomarlos en forma de suplementos.
Además de evitar, en la medida de lo posible, cualquiera de los comportamientos nocivos mencionados, podemos ayudar a nuestra piel a mantenerse joven durante más tiempo confiando en un buen cuidado cutáneo.
Antes de desvelar los productos que componen un tratamiento antiarrugas para la piel, entendamos qué significan las arrugas según la posición en la que aparecen según la Medicina Tradicional China.
La filosofía oriental no deja de sorprendernos, incluso cuando se trata de arrugas y significados. De hecho, la Medicina Tradicional China fue la primera en atribuir un significado a las arrugas, remontando la posición en la que surgen a acontecimientos vitales o situaciones psicosomáticas que nos han marcado o nos siguen marcando de una determinada manera. Es así como se atribuye a las diferentes arrugas un valor energético y simbólico que depende de los equilibrios y desequilibrios perdidos que hay que corregir. En otras palabras, las diferentes posiciones en las que aparecen las arrugas en el rostro también hacen referencia al pensamiento de los opuestos en el que se basa toda la filosofía china, a saber, el principio del Yin y el Yang. ¿Qué tiene que ver todo esto con las arrugas? Los sabios orientales explican que las arrugas verticales son la expresión del Yin, mientras que las horizontales son la expresión del Yang. Además, según la Medicina Tradicional China, cada parte del rostro corresponde a un órgano, de modo que un estrés físico o emocional, que se define como una desarmonía energética, provoca la aparición de una arruga en una posición específica, simbolizada así por un desequilibrio del órgano correspondiente.
Ahora que más o menos hemos comprendido la relación arruga-órgano, veamos las arrugas y sus significados individualmente:
La Medicina Tradicional China asocia estos significados a la posición en la que aparecen las arrugas, pero como hemos visto antes, las causas de las arrugas son diferentes y pueden variar de un sujeto a otro.
Anna Magnani, una de las actrices italianas más famosas de la posguerra, le decía a su maquillador: "Déjame todas las arrugas... ¡Tardé una eternidad en tenerlas!". Aceptar las arrugas, comprender su significado y sus causas son, sin duda, pasos importantes. Pero, ¿cuál es la mejor manera de cuidar la piel madura? Podemos estructurar una rutina de belleza ad hoc: esto no hará desaparecer las arrugas, pero nos permite minimizarlas, mantener la piel relajada, hidratada y radiante.
El arsenal de productos a nuestra disposición para combatir las arrugas es, afortunadamente, amplio y bien surtido. No faltan en el mercado cremas, sueros y mascarillas especialmente formulados para prevenir la formación prematura de arrugas o minimizar las ya existentes.
¿Cuándo hay que empezar a utilizar productos antiedad? Normalmente a partir de los 25 años, aunque no es una regla escrita en piedra. Cada piel debe ser tratada en función de sus características personales y, de hecho, no existe una edad mínima para empezar a utilizar determinados productos antiedad, siempre que sean respetuosos con la piel y no agresivos, como es el caso del Ácido Hialurónico, el producto antiedad por excelencia.
Además, los factores que hemos visto anteriormente aceleran el envejecimiento de la piel, por lo que si, por ejemplo, tienes el hábito de fumar o te expones a menudo al sol, puede ser una buena idea anticipar un poco el uso de productos antiedad e incluir algunos activos antioxidantes en el cuidado de tu piel.
Hablando de activos, los Activos puros pueden ser el ingrediente "mágico" en cualquier rutina de belleza bien estructurada y hay varios que pueden hacer el truco si queremos minimizar las arrugas y tener una piel sana, bella y radiante a cualquier edad.
Una de sus características es que pueden utilizarse puros, es decir, aplicados directamente sobre el rostro mediante un masaje hasta su completa absorción, o como potenciadores de cremas hidratantes o sérums faciales para potenciar aún más su capacidad antiedad.
Uno de los más populares es, sin duda, el ácido hialurónico: es un activo excelente para rellenar la piel y disminuir la profundidad de las arrugas. En cuanto se aplica, produce un efecto tensor inmediato y, si se utiliza de forma constante, ayuda a la piel a mantener su grado correcto de hidratación.
¡Pero no es el único activo al que podemos recurrir! El Complejo de Péptidos con Sacha Inchi, el Activador Ecofermentado y el Colágeno Vegetal también son excelentes en la lucha contra las arrugas. Si quieres descubrir estos y otros portentosos activos, puedes leer nuestro artículo aquí.
Para sacar el máximo partido a nuestros productos antiedad, podemos combinarlos entre sí y crear una rutina de cuidados antiedad adaptada a nuestra edad y tipo de piel. De hecho, para una verdadera acción antiarrugas no se puede confiar en un solo producto: Por eso es importante crear rutinas de belleza personalizadas y adaptadas a las necesidades de cada uno, utilizando distintos productos que se complementen y amplifiquen su potencial.
Hemos visto, por ejemplo, que una de las causas del envejecimiento son los radicales libres. En nuestra ayuda puede venir la vitamina C, que actúa precisamente sobre los radicales libres inhibiendo su acción sobre las células.
Otra causa de las arrugas es el hecho de que con el paso de los años, nuestro cuerpo produce menos elastina y colágeno, como hemos visto. Podemos entonces integrar en nuestra rutina un suero que estimule la producción de elastina y colágeno como Peptides Complex con Sacha Inchi.
En cualquier rutina antiedad que se precie no puede faltar una crema facial con SPF porque, como hemos visto, el daño solar es una de las principales causas de envejecimiento.
Las causas de las arrugas como hemos visto son muchas, por eso es bueno utilizar varios productos que traten todos los aspectos que queremos tocar. ¿Significa esto necesariamente tener que utilizar tantos productos todos los días?
No necesariamente. También podemos elegir sólo un limpiador facial, un sérum y una crema, para aplicar mañana y noche.
Para construir cualquier rutina de belleza, desde las más completas, que incluyen los 9 u 11 pasos del cuidado coreano de la piel, hasta las más mínimas, que utilizan 2 o 3 productos, siempre hay una regla: empezar por la limpieza y aplicar productos cada vez más espesos. Primero los sueros faciales, a menudo ligeros y acuosos, y luego las cremas faciales, las verdaderas protagonistas de cualquier cuidado de la piel que se precie.
¿No está seguro de cuáles son los mejores productos para usted? Aquí encontrarás el artículo que satisfará toda tu curiosidad sobre la rutina de cuidado de la piel que debes adoptar ¡para prevenir las arrugas! En él encontrarás mucha información útil sobre los pasos que debes seguir para cuidar tu piel y ¡protegerla al mismo tiempo de las arrugas! O puedes hacer nuestro test.