Saber qué es el cuero cabelludo y conocer el papel que desempeña es el primer paso para cuidar el cabello, evitando así descuidar la piel y favorecer la aparición de anomalías capilares.
Cuando se desea reparar un cabello visiblemente dañado, optar por una elección sostenible, además de beneficiar al planeta, fortalece la melena desde la raíz hasta las puntas, especialmente cuando el cuero cabelludo está afectado por malos hábitos y por el uso prolongado de productos agresivos. Los tratamientos de alisado natural para el cabello también pueden formar parte de este enfoque, siempre que respeten el equilibrio del cuero cabelludo.
A través de una rutina capilar adaptada al tipo de cabello, es posible nutrir y fortalecer el cuero cabelludo para obtener una melena suave y brillante, sinónimo de bienestar natural.
En este contenido trataremos en detalle el tema del cuidado del cabello, en particular:
El cabello son filamentos proteicos que se desarrollan a partir de los folículos situados en el interior del cuero cabelludo.
Constituyen una parte importante tanto desde el punto de vista protector como estético. Por ello, para poder cuidarlos correctamente, es fundamental conocer su estructura e identificar su tipo, de manera que puedas elegir los productos bio más adecuados para cada necesidad.
Si aún no tienes claro cuál es tu tipo de cabello, ¡siempre puedes realizar nuestro test para descubrirlo!
Veamos juntos la importancia que tiene el cuero cabelludo en el bienestar del cabello, para después analizar los elementos fundamentales que lo componen.
El cuero cabelludo es la zona de la piel donde nacen y se desarrollan los cabellos. Su función principal es proteger la cabeza mediante una acción termorreguladora, capaz de resguardarla del calor de los rayos solares y del frío intenso.
El cuero cabelludo es especialmente importante por el aporte de nutrientes que proporciona al cabello, gracias a su densa red de capilares y glándulas sebáceas situadas debajo de la superficie.
A menudo, en él se encuentra la causa de problemas como cabello seco, graso, opaco, frágil o excesivamente espeso. Por eso, para saber cómo actuar y resolver las distintas alteraciones del cuero cabelludo, es fundamental conocer los diferentes tipos que existen.
Un cuero cabelludo se considera normal cuando, fisiológicamente hablando, funciona correctamente.
Esto significa que las células muertas se eliminan de forma natural mediante el proceso de descamación, dejando espacio para los nuevos queratinocitos, todo ello de manera imperceptible, sin molestias ni picor.
Tener un cuero cabelludo normal no significa que no se deba aportar un extra de nutrición al cabello; al contrario, se recomienda el uso de productos bio específicos, como nuestra loción hidratante y Champú sólido fortalecedor para conseguir un cabello más denso, brillante y lleno de vitalidad.
El cuero cabelludo es, por naturaleza, una zona muy sensible debido a la gran cantidad de receptores presentes en la capa subcutánea. En algunos casos, esta sensibilidad se ve acentuada por una fuerte hipersensibilidad a los agentes contaminantes, el estrés y los productos capilares demasiado agresivos, lo que puede provocar anomalías invisibles, como una intensa sensación de ardor, o anomalías visibles, como caspa seca o, en los casos más graves, dermatitis seborreica. Muchas personas incluso llegan a preguntarse "¿por qué me duele el cuero cabelludo al tocarlo?", o sufren picor en el cuero cabelludo, una señal clara de que la piel necesita atención y cuidado frente a la irritación en el cuero cabelludo.
Esta condición no impide tener un cabello sano ni disfrutar de peinados especiales. De hecho, existen productos naturales altamente específicos para las pieles más delicadas, como el Champú Bio Extravirgen, capaz de aliviar todas las molestias que puede causar un cuero cabelludo sensible e irritado.
Un cuero cabelludo seco se manifiesta por el levantamiento y desprendimiento de las láminas córneas de la piel, es decir, por la caspa seca, que puede causar picor intenso y, en los casos más graves, infecciones cutáneas y pérdida de cabello.
Esta fuerte descamación suele deberse a lavados frecuentes, al tipo de champú utilizado o incluso a la forma de enjuagar y secar el cabello. Por ello, el producto específico más adecuado es la Loción capilar calmante e hidratante, que contiene prebiótico de achicoria: un activo que refuerza el microbiota cutáneo natural, restaurando el equilibrio del cuero cabelludo sensible y mejorando su resistencia frente a los agentes irritantes externos. En estos casos, también puede resultar útil el uso de un champú para el picor del cuero cabelludo, formulado específicamente para aliviar el escozor y la tirantez.
Para combatir eficazmente la sequedad cutánea, es fundamental actuar con delicadeza: no frotar, sino masajear suavemente; mantener el secador a al menos 10 cm del cabello durante el secado o, mejor aún, optar por un secado delicado, retirando la humedad con una toalla de algodón.
Cuando el cabello tiende a engrasarse con facilidad, el problema puede originarse en el cuero cabelludo, estimulado para producir una excesiva cantidad de sebo. En este caso, la grasa cutánea se deposita en las raíces del cabello, creando una película antiestética que deja la melena untuosa y con picor.
Un cuero cabelludo graso expulsa una mayor cantidad de caspa blanquecina en escamas grandes, debido al aumento del recambio celular, lo que supone una gran molestia para quien lo padece.
Para cuidar adecuadamente el cabello graso, es necesario recurrir a remedios naturales, como la Loción capilar detox y anticaspa, que actúa directamente en la raíz del problema, ayudando a recuperar la belleza natural del cabello.
En base a factores genéticos, se pueden distinguir muchos tipos de cabello, cada uno con sus propias características, tanto positivas como negativas.
Por lo tanto, para poder identificar correctamente el tipo de cabello, es necesario comprender los factores comunes y los elementos que los diferencian entre sí.
Al tomar una sección transversal de un cabello, se puede observar una estructura compuesta por tres áreas concéntricas principales:
Estas tres partes son comunes a todos los tipos de cabello; lo que varía entre ellas es la composición orgánica, es decir, la cantidad de lípidos, minerales y pigmentos, que determinan las características específicas de cada tipo de melena.
El cabello está compuesto en un 95 % por proteínas fibrosas llamadas queratinas, mientras que el resto está formado por lípidos, minerales y pigmentos.
La falta de alguno de estos elementos en la estructura química del cabello puede provocar problemas estructurales, como ocurre en ciertos casos de cabello fino o debilitado.
De la eumelanina provienen los colores negro y castaño.
De este modo se completa la visión general sobre la estructura del cabello y las moléculas orgánicas que lo componen. ¡Muy bien!
Ahora estamos listos para entrar de lleno en el tema, analizando todos los tipos de cabello.
Lo que determina la forma del cabello:liso, ondulado o rizado es la inclinación del folículo piloso del que nace y la cantidad de queratina presente en su interior.
El cabello liso, debido al tipo de folículo, se denomina lissótrico, es decir, de sección redonda. En este caso, el cabello emerge del folículo piloso con una inclinación de 90 grados respecto al cuero cabelludo, lo que hace que carezca de movimiento natural.
Se distinguen dos clases de cabello liso:
Para tener un cabello liso y saludable, es importante respetar su textura natural. Por ejemplo, en el caso del cabello fino, es recomendable evitar exponerlo a altas temperaturas, ya que puede debilitarse fácilmente.
Usar un acondicionador desenredante para cabello liso, como el Acondicionador capilar voluminizador con Limón Bio, garantiza un peinado duradero y perfecto, además de ofrecer un excelente cuidado y protección para el cabello.
El cabello ondulado, también llamado cimótrico, tiene la sección del folículo ovalada y una inclinación mayor que la del cabello liso. En este tipo de cabello se aprecia una mayor cantidad de queratina, capaz de formar puentes de azufre (enlaces químicos muy estables) que le otorgan el característico aspecto ondulado.
Por su estructura, el cabello ondulado es muy versátil, tanto para peinados lisos como rizados. Tiene buen volumen y tarda más en ensuciarse. Sin embargo, si bien se ama por su versatilidad, también puede ser motivo de frustración por el efecto voluminoso o encrespado que adopta en ambientes húmedos.
El mejor aliado del cabello ondulado es Crema Revitalizadora de Rizos, un tratamiento moldeador que define los rizos de manera ligera, combate el encrespamiento y fortalece las melenas más rebeldes. Todo esto gracias al prebiótico de achicoria y al gel de aloe vera, capaces de hidratar en profundidad y dejar el cabello brillante y sedoso.
El cabello rizado nace de folículos con una inclinación muy pronunciada, casi diagonal, respecto al punto de salida de la fibra desde la epidermis. Esto genera una sección transversal más ovalada y una disposición irregular de la queratina. La distribución no homogénea de los patrones de queratina provoca la forma súper enrollada característica del cabello rizado.
Este tipo de cabello es propenso al antiestético efecto encrespado, que puede hacer que la melena se vea áspera o pajiza.
Para eliminar el encrespamiento del cabello rizado, es necesario actuar desde el lavado, peinándolo cuidadosamente. Lo ideal es utilizar un Acondicionador Leave-in Anticrespo sin enjuague, que penetre en profundidad en la fibra capilar y elimine el encrespamiento durante el secado.
Con la información que acabamos de ver sobre los tipos de cabello, ahora es posible identificar a qué tipo pertenece cada uno y, por tanto, elegir los productos naturales más adecuados para su cuidado.
Sin embargo, si aún no lo tienes del todo claro o deseas profundizar en el tema, realizar un test diseñado específicamente será la mejor forma de despejar cualquier duda.
A continuación, se presentan los tres problemas más comunes con sus respectivos remedios bio que pueden afectar a todos los tipos de cabello.
¡Solo queda seguir leyendo para descubrirlos!
En esta sección se abordarán los problemas más comunes del cabello, explicando cómo identificarlos y cómo tratarlos mediante la cosmética biológica.
De manera natural, la aparición de estas anomalías depende de la edad, la predisposición genética y la falta de cuidado capilar. Por ello, es importante prestar atención y actuar a tiempo, tanto para prevenirlos como para tratarlos de forma eficaz.
La caspa es una afección que afecta al cuero cabelludo y es más común de lo que se piensa.
Este problema se debe a un aumento del recambio celular de la piel del cuero cabelludo: las células, al llegar a la epidermis, mueren y se desprenden a través de un proceso de descamación, formando esas escamas blanquecinas que se identifican como caspa.
Además de ser un importante problema estético, la caspa puede provocar síntomas como picor, que puede ir de leve a intenso, y está relacionado con varios factores, por ejemplo:
Piel grasa: se forman escamas amarillentas y gruesas debido al exceso de sebo. Generalmente están asociadas a la dermatitis seborreica, que afecta al cuero cabelludo.
Este tipo de caspa tiende a adherirse al cabello y suele estar causada por predisposición genética, desequilibrios hormonales o endocrinos, estrés o proliferación de hongos.
È possibile migliorare questa condizione intervenendo sui primi due fattori descritti, pelle grassa e secca, attraverso l’utilizzo di trattamenti specifici per il cuoio capelluto, un esempio è la lozione cute detox anti forfora. I prebiotici contenuti in questa lozione rafforzano il naturale microbiota cutaneo e la sua comunità di batteri buoni, ripristinando l’equilibrio della cute e svolgono un ruolo cruciale nella regolazione del sebo, che se sbilanciato può portare al prurito e alla forfora.
Es posible mejorar esta condición actuando sobre los dos primeros factores mencionados, piel grasa y piel seca, mediante el uso de tratamientos específicos para el cuero cabelludo, como la loción capilar detox anticaspa.
Los prebióticos contenidos en esta loción refuerzan el microbioma cutáneo natural y su comunidad de bacterias beneficiosas, restableciendo el equilibrio de la piel. Además, desempeñan un papel fundamental en la regulación del sebo, cuyo desequilibrio puede provocar picor y caspa.
El efecto de la loción se ve potenciado por el prebiótico de achicoria, que ayuda a reducir la producción de sebo, y por los extractos de salvia y romero, conocidos por su intensa acción purificante.
Es útil para: purificar el cuero cabelludo, prevenir y combatir la caspa, calmar e hidratar la piel, especialmente en casos de caspa grasa. Además, incorporar el hábito de exfoliar el cuero cabelludo una o dos veces por semana puede favorecer la eliminación de impurezas y mejorar la absorción de los activos cosméticos.
Además, es recomendable evitar los lavados frecuentes con agua muy caliente y prestar atención a las dietas ricas en grasas saturadas o hidrogenadas, que pueden provocar un exceso de sebo cutáneo.
Por último, no se debe subestimar el estado del sistema inmunitario, ya que desempeña un papel fundamental en la lucha contra infecciones o enfermedades dermatológicas y en la aceleración del proceso de reparación de la piel.
El encanecimiento es el fenómeno fisiológico que provoca la aparición de las canas, un proceso común a todos los tipos de cabello.
Tarde o temprano, aparecerán múltiples mechones plateados, ¡y no siempre están relacionados con el paso del tiempo!
En el proceso de encanecimiento intervienen diversos factores que pueden acelerar su aparición, entre ellos:
Una alimentación pobre en vitaminas y minerales, especialmente la deficiencia de cobre.
Hábitos poco saludables, como fumar, el abuso de medicamentos o alcohol.
Desequilibrios hormonales, que pueden interferir en la producción de melanina.
Períodos de ansiedad o estrés, que provocan desequilibrios nutricionales.
Problemas patológicos, como la vitíligo o los trastornos de la tiroides.
Para prevenir la aparición de las canas, es importante prestar atención a todos estos factores: además de evitar el tabaco y el estrés, conviene incluir en la alimentación ingredientes ricos en cobre, vitaminas y minerales, así como recurrir, si es necesario, a suplementos alimenticios específicos.
Quienes ya presentan una aparición visible de canas pueden optar por el uso de tintes para el cabello, preferiblemente naturales.
Estos no solo cubren el cabello blanco, sino que también actúan como un auténtico potenciador de bienestar capilar, liberando la cantidad adecuada de pigmentos sin recurrir a amoniaco, aditivos químicos, agua oxigenada ni formaldehído.
Gracias a su composición a base de hierbas colorantes o henna, este tipo de productos resulta totalmente biológico y ecológico, cuidando el cabello mientras lo tiñe.
La caída del cabello es un proceso fisiológico común a todos, ya que diariamente perdemos entre 50 y 100 cabellos. Sin embargo, cuando esta pérdida no se compensa con la regeneración del folículo piloso, se habla de una caída capilar anómala, un problema que afecta a gran parte de la población.
Una señal de advertencia, que puede indicar la necesidad de iniciar tratamientos preventivos, es una pérdida excesiva de cabello en periodos atípicos, es decir, fuera de los cambios de estación o de situaciones de estrés.
No obstante, antes de recurrir a métodos caseros, siempre es recomendable realizar una revisión médica para confirmar que se trata realmente de una caída capilar significativa.
Las causas que provocan este fenómeno pueden encontrarse en:
El cabello es una parte realmente importante y ¡debe protegerse mediante métodos naturales!
Cuando los factores genéticos desempeñan un papel determinante, lo mejor es actuar de forma preventiva, utilizando una combinación de extractos naturales como los presentes en el Hair Plus Complex, un fitocomplejo completamente natural capaz de actuar sobre el folículo piloso, aumentar su tamaño y fortalecer el cabello desde la raíz.
¡Para lucir una melena de ensueño, no basta con cualquier champú y acondicionador!
Hay pasos que deben hacerse con detalle y, una vez aprendidos, formarán parte fácilmente de tu rutina capilar semanal.
A continuación se presentarán los pasos esenciales, que luego deberán adaptarse según tu tipo de cabello.
Elegir el champú adecuado para el tipo de cabello no es en absoluto una tarea sencilla, ya que es necesario tener en cuenta muchos factores, como:
La longitud del cabello
El grosor de las fibras
El tipo de cabello (liso, ondulado o rizado)
Cualquier problema o necesidad específica, como en el caso del cabello teñido
Para centrarse en la salud del cuero cabelludo, es fundamental proporcionar al cabello la cantidad justa de nutrientes sin excederse. Por lo tanto, si se utiliza un champú inadecuado para las necesidades cutáneas, pueden desarrollarse problemas importantes como la producción excesiva de sebo o la aparición de dermatitis.
Antes de comprar un champú, es necesario saber leer la etiqueta y observar qué sustancias contiene: evitar todas aquellas formulaciones que incluyan tensioactivos o estabilizantes químicos, prefiriendo productos que respeten el pH cutáneo y contengan ingredientes biológicos.
Una vez aplicado y enjuagado el champú adecuado, llega el momento de nutrir el cabello. Pero ¿cómo hacerlo correctamente?
El acondicionador es, sin duda, un producto capaz de desenredar y en parte nutrir el cabello. Sin embargo, si se desea aportar fuerza y vitalidad en profundidad, al acondicionador conviene añadir también mascarillas capilares, utilizándolas una o dos veces por semana según las necesidades del cabello.
También en este caso deben considerarse los mismos factores que se tuvieron en cuenta al elegir el champú, aunque es posible evaluar las necesidades del cabello en ese momento observando y tocando su textura. Si el cabello se muestra apagado, seco, sin volumen o dañado, será necesario aplicar un tratamiento bio específico que ayude a restaurar eficazmente la estructura capilar.
Ya se trate de una mascarilla, un acondicionador o un tinte, el tiempo de aplicación es fundamental para que el producto actúe de manera uniforme a lo largo de todo el cabello.
Durante este tiempo de espera que puede variar entre 5 y 10 minutos en el caso de las mascarillas, mientras que para los tintes es necesario seguir las indicaciones del envase, es muy recomendable masajear suavemente el cabello, comenzando por las puntas y avanzando hacia el cuero cabelludo.
De este modo, el producto penetra en profundidad, proporcionando un auténtico concentrado de belleza y nutrición.
Eliminar del cabello cualquier rastro de producto utilizado durante la limpieza garantizará una mejor duración del peinado y evitará que el cabello se engrase rápidamente pocas horas después del lavado.
Un buen consejo para asegurarse de eliminar por completo cualquier resto de champú, acondicionador o mascarilla es utilizar un peine de dientes finos bajo el chorro de agua. Al pasarlo por el cabello, además de deshacer posibles enredos, ayudará a retirar las últimas trazas de producto, dejando el cabello ligero, suelto y perfectamente limpio.
Las altas temperaturas son un verdadero problema para el cabello, especialmente cuando está húmedo, ya que el agua dilata la fibra capilar y la vuelve más débil.
Para evitar este inconveniente, después de lavar el cabello se recomienda envolverlo en una toalla suave y limpia, de modo que absorba el exceso de agua con delicadeza. A continuación, se debe aplicar un aceite nutritivo y protector que ayude a definir el peinado y aporte brillo.
Es importante tener precaución en el caso de cabellos finos, ya que existe el riesgo de que se engrasen con facilidad; en cambio, los cabellos gruesos, ondulados o rizados pueden beneficiarse de una hidratación y definición más intensas.
Por último, procede al secado manteniendo el secador a baja potencia y a una temperatura media. Con este método, el cabello quedará ligero, brillante y suave, ya que se seca sin someterlo a estrés térmico.
El bienestar del cabello comienza siempre con una rutina capilar bien estructurada, que incluya productos naturales para la limpieza del cuero cabelludo, libres de parabenos y respetuosos con el pH cutáneo y la estructura capilar.
En la vida cotidiana, el cabello se ve constantemente sometido a pruebas por una rutina cada vez más frenética: la contaminación urbana, el ejercicio físico o los peinados elaborados generan un alto nivel de estrés en el cuero cabelludo. En estos casos, es importante recordar que el cabello, al igual que la piel, necesita cuidados y mimos, y la mejor forma de hacerlo es apostando por la cosmética biológica y natural.
La ventaja de adoptar la cosmética ecológica radica en que, además de ser beneficiosa para el planeta, no causa ningún daño a la estructura del cabello. Muchos productos convencionales cubren y sellan las cutículas dañadas con sustancias sintéticas, como los siliconas, creando un efecto ficticio que imita el aspecto de un cabello sano, pero que en realidad es puramente artificial.
Los productos formulados con ingredientes naturales, en cambio, no solo aportan nutrición e hidratación, sino que, gracias a su afinidad con la estructura fisiológica del cabello, consiguen penetrar hasta la corteza y el núcleo de la fibra capilar, permitiendo que las escamas se recompongan y cierren de forma natural.
Con el paso del tiempo y tras un cambio definitivo hacia los productos naturales, se apreciará una nueva suavidad y luminosidad, señales claras del bienestar del cuero cabelludo.
La adopción de champús y acondicionadores sólidos es una elección que cada vez más personas están haciendo.
¿Pero cuáles son las ventajas de utilizar este fantástico producto?
En definitiva, ¡una vez que lo pruebas, no lo dejas nunca más!
Cuando se trata de los niños, no se puede hacer concesiones: para el cuidado del cabello, siempre es importante elegir productos que respeten su piel delicada y su salud en general.
Al optar por la cosmética ecológica y natural para el cabello de los más pequeños, se protege su bienestar y, al mismo tiempo, se contribuye al cuidado del planeta.
Los niños producen menos sebo que los adultos, por lo que su piel es más sensible a la acción de los agentes agresivos presentes en los geles de baño convencionales.
Lo único que necesitan es un producto capaz de proteger y calmar de forma natural, sin alérgenos ni ingredientes sintéticos.
La principal razón por la que se recomienda evitar el uso de productos para el cabello que contengan siliconas y parabenos tiene que ver con su efecto sobre la piel: pueden provocar reacciones alérgicas y, en los casos más graves, dermatitis por contacto, sin mencionar que son altamente contaminantes.
La sensibilización a las siliconas y los parabenos es un tema cada vez más común y en constante aumento. Aunque las regulaciones actuales establecen controles sobre su uso, ¿por qué correr el riesgo?
La verdadera revolución, en este sentido, reside en la creación de productos capilares biológicos capaces de adaptarse perfectamente a todo tipo de piel y de cabello, sin comprometer la salud del cuero cabelludo ni la del planeta Tierra