Para una verdadera acción antiarrugas no se puede depender de un solo producto: por eso es importante crear rutinas de belleza personalizadas y adaptadas a las propias necesidades, usando diferentes productos que se complementan entre sí, amplificando cada uno las potencialidades del otro. Descubramos juntos cómo hacerlo.
En este artículo hablaremos sobre la piel madura y cómo construir una rutina de belleza personalizada para cuidarla de la mejor manera. Los protagonistas de nuestro cuidado facial serán los Activos Puros, serums de textura impalpable y con una función muy específica, que comparten una característica común: son perfectos anti-edad. Se pueden aplicar en la rutina de cuidado de la piel después de la limpieza y antes del serum facial; por eso, para quienes aman el cuidado de la piel al estilo coreano, pueden cumplir perfectamente la fase de Essence.Además, veremos cómo aplicar cada serum en la cara para aprovechar al máximo sus beneficios.
Esto es de lo que hablaremos en este artículo:
Las características de la piel
Nuestra piel es un órgano muy complejo y extenso, y está constituida por diferentes capas que tienen distinta estructura y, por lo tanto, distinta función. En general, podemos decir que la función principal de la piel es protegernos de agentes externos como las bacterias y mantener nuestro equilibrio térmico a través de las glándulas sudoríparas presentes en toda la superficie corporal.
El ácido hialurónico, el colágeno y la elastina son sustancias básicas que constituyen la piel y están presentes de forma natural en los tejidos conectivos. El colágeno es una proteína que da soporte a la dermis, el ácido hialurónico es un polisacárido responsable de la hidratación, y la elastina es una proteína que garantiza elasticidad y la capacidad de deformar la piel cuando se somete a tensiones mecánicas. Un poco como si el colágeno fuera la viga que sostiene la pared, el ácido hialurónico el ladrillo y la elastina el cemento que mantiene todo unido. Aquí también resulta fundamental conocer los pasos rutina facial para cuidar la piel de forma completa.
Una piel joven tiene una mayor capacidad para regenerar las células que actúan como conectores y que la mantienen tonificada y elástica. Con el paso de los años, esta capacidad disminuye, y por eso es importante complementar la rutina diaria con activos capaces de devolver a la piel lo que le falta, de modo que estas sustancias no le falten o le falten lo menos posible.En este contexto, aprender cómo se aplica el serum de la manera correcta marcará la diferencia en los resultados.

¿Cuáles son las causas del envejecimiento de la piel?
Anna Magnani le decía a su maquillador: “Déjame todas las arrugas… ¡Me ha llevado toda una vida conseguirlas!”
La primera causa del envejecimiento cutáneo es sin duda el paso del tiempo.
Una piel madura lleva consigo las huellas de la expresión y, de alguna manera, cuenta una vida.
Podemos distinguir entonces entre causas naturales, vinculadas al proceso normal de senescencia celular, y causas ambientales, provocadas por factores externos, sobre las cuales sí podemos actuar de manera selectiva.
Menor síntesis de colágeno: el grosor de la piel está determinado principalmente por la presencia de colágeno. En una piel joven, la síntesis y la degradación del colágeno están perfectamente equilibradas, mientras que en una piel madura el metabolismo normal del colágeno se interrumpe, lo que provoca una reducción del grosor de la piel, pérdida de turgencia y de firmeza. Dicho de otra manera, las vigas que sostienen la estructura tienden a ceder.
Menor síntesis de elastina: la elastina es una proteína presente en todas las fibras elásticas como los tendones, las arterias y también la piel. A medida que pasan los años producimos cada vez menos elastina, motivo por el cual la piel pierde su elasticidad y comienzan a aparecer primero las líneas de expresión y luego las arrugas, resultado de la incapacidad de la piel de volver a estirarse tras un cambio. Dicho de otra manera, el cemento que mantiene unida la estructura se vuelve más rígido y nos hace perder elasticidad.
Menor síntesis de ácido hialurónico: el ácido hialurónico es una agregación de varias moléculas de azúcares simples, como el ácido glucurónico y la N-acetilglucosamina. Con el paso del tiempo, sin embargo, su regeneración se vuelve más lenta: este es uno de los motivos que conduce a la formación de las tan temidas arrugas. Dicho de otra manera, los ladrillitos que sostienen nuestro muro se van volviendo cada vez menos.
